El invierno climático se resiste a dar su adiós definitivo. Tras el paso de la borrasca Claudia, un cambio brusco y generalizado se avecina con la llegada de una masa de aire polar que, a partir del próximo jueves, provocará un desplome térmico en la práctica totalidad de la Península. Este episodio, uno de los más intensos de este tramo final de la estación, no solo traerá consigo heladas generalizadas, sino que devolverá al país a un ambiente gélido, con temperaturas que se desplomarán hasta los 0 grados en cotas medias, marcando el regreso a un escenario plenamente invernal.
Las regiones del interior serán las más castigadas por este frío siberiano. Provincias como Burgos, Soria, Ávila, Palencia, Guadalajara, Cuenca y Teruel se preparan para registrar máximas que difícilmente superarán los 5ºC, con mínimas que podrían caer por debajo de los -5ºC. Incluso Madrid no quedará al margen, esperando valores negativos durante el fin de semana. Mientras, en el norte, la Cordillera Cantábrica y los Pirineos se blindarán de blanco, con previsión de acumular entre 20 y 40 centímetros de nieve, un aviso de que el sistema central y el ibérico también podrían ver reaparecer la nieve en cotas más bajas.
Este desplome térmico tendrá un impacto directo y severo en la movilidad y la seguridad vial. Las carreteras secundarias y los accesos a zonas rurales se convertirán en puntos críticos debido a las heladas matinales, que crearán placas de hielo invisibles y extremadamente peligrosas. Los desplazamientos de primera hora de la mañana se verán especialmente comprometidos, exigiendo una precaución extrema a los conductores. La nieve persistente en las carreteras de montaña añadirá una capa adicional de riesgo, complicando los trayectos y pudiendo provocar cortes o retenciones en las conexiones entre regiones.
Más allá del asfalto, la ola de frío golpeará con dureza a los colectivos más vulnerables. Se prevé un aumento previsible de infecciones respiratorias, mientras que las personas mayores, los niños y los pacientes crónicos enfrentarán una mayor presión sobre su salud. Las viviendas con mal aislamiento en las gélidas ciudades de interior se convertirán en un foco de preocupación, al tiempo que el sistema energético nacional se pondrá a prueba con un pico de demanda de calefacción que podría tensionar la red.
Ante este escenario, las autoridades insisten en una serie de recomendaciones cruciales para afrontar el episodio con seguridad. Se aconseja revisar los sistemas de calefacción, evitar los desplazamientos innecesarios en horas de helada, utilizar ropa térmica por capas y proteger las tuberías exteriores. La llamada a la prudencia es, sobre todo, un mantra para la carretera: extremar la precaución y estar atentos a los avisos oficiales no son solo consejos, sino las mejores herramientas para navegar por este abrupto regreso del invierno.
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