Europa y España endurecen las normativas para el transporte de mercancías: ¿beneficio o freno para el sector?

by Marisela Presa

Los proyectos ambientalistas, los tratados sobre peso y dimensiones de los vehículos de transporte, la prohibición de un doble tacógrafo, y el plan de fondos para digitalizar el transporte, engloban las normativas en marcha en Europa y España, que caen como saetas sobre un gran número de transportistas.

El transporte de mercancías en Europa enfrenta un momento clave. La Unión Europea impulsa regulaciones más estrictas para reducir emisiones y mejorar la seguridad vial, España se ha sumado, y ha generando tanto oportunidades como desafíos para los transportistas, especialmente aquellos que operan vehículos de gran tonelaje, además un intenso debate entre los profesionales.

Uno de los cambios más significativos es la ampliación de las zonas de bajas emisiones (ZBE) en ciudades españolas, en cumplimiento con la Ley de Cambio Climático. Estas restricciones, están  activas en más de 30 ciudades entre ellas Madrid, Barcelona Córdoba, Pontevedra, A Coruña, Sevilla, Badalona Rivas-Vaciamadrid, San Cugat del Vallés, Valencia y Sant Joan Despí.

Ello significa que se limita el acceso a camiones diesel antiguos, por lo cual se obliga a las empresas a renovar sus flotas con vehículos menos contaminantes, perjudicando a transportistas con recursos limitados, que deberán asumir altos costos para adaptarse a la medida.

La medida trae aparejadas sanciones con multas que oscilan entre 90 y 200 euros, y pueden ser más elevadas si el vehículo no tiene la etiqueta ambiental correspondiente,  para ello están muy atentos las cámara de control de acceso y los agentes de tráfico, que verifican matriculas para ver si están autorizados a circular por la zona.

Organismos como la Comisión Europea y think tanks especializados, como el Transport & Environment, sostienen que las restricciones a vehículos contaminantes y la promoción de alternativas limpias son esenciales para cumplir con los objetivos del Pacto Verde Europeo.

Carlos Bravo, experto en políticas de transporte sostenible sostiene que el  transporte por carretera representa casi el 25% de las emisiones de CO₂ en la Unión Europea y que sin cambios normativos, no habrá descarbonización posible».

Por otro lado, la Directiva Europea sobre pesos y dimensiones ha sido revisada para permitir camiones más largos y pesados hasta 44 toneladas en algunos casos, siempre que cumplan con criterios de seguridad, lo cual busca reducir el número de viajes y por añadidura las emisiones.

En materia laboral, la prohibición del doble tacógrafo, empleado para controlar los registros de conducción, y control horario , actividad y descanso de los conductores , ha sido aplaudido por unos, y por otros denunciados , sobre todo por conductores autónomos, pues son medidas que se suman al alza del diesel y a los peajes, reduciendo sus ganancias.

A todo esto se suma  el Plan de Recuperación Europeo que ha destinado fondos para impulsar la digitalización del transporte con ayudas, para sistemas de gestión de flotas o etiquetas ECO.  Las subvenciones benefician a empresas con capacidad de modernizarse, pero dejan atrás a quienes no pueden asumir, ni siquiera, una parte del costo, entonces la brecha entre grandes y pequeños transportistas se amplía.

El futuro del sector dependerá de cómo se equilibran las exigencias ambientales con la viabilidad económica. Las normativas europeas y españolas apuntan a un modelo más sostenible, pero sin una transición justa —con plazos realistas y apoyo financiero—, muchos transportistas podrían quedarse en el camino.

El consenso entre analistas es que, aunque la dirección hacia la sostenibilidad es correcta, el ritmo y las condiciones de aplicación pueden marcar la diferencia entre un sector modernizado y uno en crisis. Si las administraciones no escuchan a los afectados y ajustan las políticas, el riesgo de protestas como las vividas en 2022 —con bloqueos y huelgas por el precio del diésel— podrían repetirse.

La pregunta que queda en el aire es: ¿logrará Europa y España equilibrar la proyección ecológica con la supervivencia de un sector clave para la economía? Los expertos coinciden en que, sin diálogo y medidas de acompañamiento reales, la transición podría dejar a muchos en la cuneta. Y usted, ¿qué opina al respecto?

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