Tengo un amigo secreto en Madrid que es transportista. Un hombre de mucha experiencia pero que todos los días estudia, y se ha puesto muy a tono con la tecnología, pues aunque peina unas cuantas canas, tiene joven y despierta la mente, como si estuviera iniciándose en el transporte de cargas.
Me ha pedido que no divulgue su nombre. Es la condición que me ha impuesto para llevarme de la mano por las carreteras de España.
Entre nosotros está naciendo una gran amistad. Y yo, para poderlo nombrar, recuerdo una canción de esa voz que estremecía el alma, cuando con su tono suave y melodioso, sonaba en todos los discos de larga duración de la época: ….Se llamaba Manuel, nació en España…
Y así me dijo:
-Como transportista con años en la carretera, sé que elegir la ruta correcta entre Madrid y el norte de España puede marcar la diferencia entre un viaje rentable y uno lleno de imprevistos. Muchos creen que basta con seguir el GPS, pero la realidad es más compleja. ¿Autopista de peaje o carretera secundaria? ¿Madrugar o evitar ciertas zonas? Estos son los factores que analizo antes de cada ruta.
Mi otro dilema es con la velocidad frente al costo , es el primero que enfrentamos. Hace un mes, llevando una carga urgente a Bilbao, opté por la AP-1 (peaje): 3 horas 45 minutos de viaje y €30 en peajes. La semana pasada, con menos prisa, usé la N-623: 45 minutos más, pero ahorré esos €30 que se suman al final del mes. Herramientas como Michelin Route Planner me ayudan a tomar estas decisiones con números exactos.
El tráfico es un enemigo silencioso. Salir de Madrid a las siete de la mañana significa perder una hora sólo en llegar a la A-1. Ahora programo salidas a las cinco o después de las ocho de la noche. Me sirven para ello Apps como Waze, son mis aliados: hace dos semanas me desvió por la M-607 por un accidente en la A-1, salvando mi horario.
Los peajes duelen, pero a veces valen la pena, se lo digo a usted. En invierno, cuando la N-623 cerca de Burgos se pone resbaladiza, pago sin dudar la AP-1. Pero en verano, con buen tiempo, ese dinero se queda en mi bolsillo. Y sonríe. Calculo siempre: ¿El ahorro de tiempo justifica el gasto? Para cargas urgentes, casi siempre sí.
Pero le puedo contar que las restricciones son trampas costosas. Un colega tuvo una multa de €200 por entrar en Madrid Central sin etiqueta ECO. Ahora verifico zonas restringidas con TruckMap antes de cada viaje. También reviso puentes bajos: cerca de Santander hay uno de 3.8 metros que casi atrapa mi remolque de cuatro metros de altura, el año pasado.
Y claro está, la carga que transporto define en gran medida la ruta. Cuando traslado fresas desde Aranda de Duero, elijo la ruta más rápida aunque cueste más. Pero con acero para Vigo, que no es perecedero, tomo la A-6 gratuita aunque tarde una hora extra. Y si es mercancía peligrosa, sigo al pie de la letra los itinerarios marcados por la Dirección General de Tráfico.
Y como usted puede apreciar me valgo de la tecnología para poder hacer un trayecto satisfactorio. Además del clásico GPS, uso TomTom GO Professional que considera el peso de mi camión. La semana pasada me evitó una calle estrecha en Miranda de Ebro que ni Google Maps marcaba como problema. Y con Geotab, mi empresa monitorea en tiempo real el consumo de combustible por ruta.
Cuando yo comenzaba un veterano me dijo un día : «Un buen transportista no sólo conduce, sino que calcula». No existe la ruta perfecta, pero con estos trucos -y algunas apps clave- he reducido mis costos en 15 por ciento este año.
La próxima vez que ustedes vean un camión en la AP-1 de madrugada, sepan que detrás hay horas de planificación, no sólo de conducción.
Manuel, eres sabio. gracias. Por eso trabajas guiándote por Powerload.es
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